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Palabras del "señor cura"

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miércoles, 27 de junio de 2007

Sobre estragos del más grande temporal ocurrido en Curanipe

(El original en archivo privado)

Curanipe, julio 17 de 1877

Señor Intendente

Pongo en conocimiento de VS. Mi llegada a este Puerto el día 12 del presente como a las cuatro de la tarde, lloviendo fuertísimo y exponiendo mi vida varias veces en el viaje para cumplir con mi deber, llegué en circunstancias que la tempestad estaba declarada los barómetros indicaban una tormenta grande y así sucede, en la noche del doce fue terrible, el día 13-14-15-16 i 17 igual, una mar espantosa, la avenida del río Molino por un lado y la braveza de la mar por la otra, se arrastró con lanchas, maderas, parte de la bodega al Norte, puentes y en fin todo i a todo cuanto se encuentra, llevando también como una cuadra de la playa dejando la bodega en el centro en eminente peligro junto con otras bodegas pequeñas de desposito, el Muelle largo de madera que se extiende desde una bodega en altas hasta la orilla de la mar está cayendo por motivo que las lanchas que la Mar, se arratraba de la playa, fue botado por las olas contra la armazón del Muelle rompiendo los puntales o pies derechos por todas partes haciendo una ruina grande y bien puedo decir que actualmente apenas exista playa entre la parte de la Bodega Norte que queda todavía parado y la Bodega Central, todo es mar cuando la marea decreciente, es un cataclismo muy grande y según datos tomados al más anciano del pueblo no se acuerda jamás de haver visto otro temporal igual.

También pongo en conocimiento de VS. Que ayer como a las dos P. M. llego un hombre de la costa y se informo que había en la costa cerca del río Rahue un Vapor barado pero sin jente si es así supongo que es el Vaporcito “Gaviota” de Constitución que la venida grande que sin duda ha tenido en el río de Maule ha arrastrado Mar fuera esta embarcación, he tomado las medidas necesarias por averiguar lo ocurrido, mas tarde cuando tenga datos esta Subdelegación informará a US. De todo lo que habiere a este respecto.

Mas siniestros, como a las 10 A:M: poco más o menos se baro un pedazo restos de un buque algo grande en la playa de este puerto, entre la Bodega del Centro y la Bodega del Sur, es la parte de popa, el buque ha sido aparejado de Barca que me hace presumir que es la Barca Boliviana “María Luisa” que estaba fondeado en el río del maule cuando yo salí “de este puerto había seis buques de vela afuera los Vapores “Guycom” Paquete de mMaule, Remolcador “Toltén” y Vaporcito Gaviota y seguro es que habrá en este cataclismo averías y perdidas muy grandes en Constitución.

Dios gue a VS.

Una firma”
(Con la ortografía original)

Rescatado por el profesor Alejandro Medel Vega, año 1996.

“El visionario “gringo” Cornish

Si no fuese por la calle Cornish, nadie sabría que existió un señor con este apellido. Tal vez cansado de recorrer los mares del mundo o porque su barco se fue a pique, se quedó en tierra firme, junto a la tranquilidad de la naciente caleta.

Corría el año 1851 cuando se instaló en Curanipe, dándole auge al sector a través de hacer un camino que permitió transportar los productos agrícolas desde el interior de la provincia y alrededores para ser exportados vía el puerto hacia lejanos destinos.

Fue tan grande el éxito de la vía a través de Curanipe, que tomando un auge inesperado, aumentó vertiginosamente el nivel de las condiciones de vida de todo el departamento.

Antes de que este gringo” de origen inglés construyera su camino a Cauquenes, los productos del interior debían buscar salida hacia el puerto de Tomé por el sur o el de Constitución al norte, lugares a los cuales se llegaba en el mejor de los casos luego de cuatro días de penosa marcha.

Dice un informe de la época, que el flete encarecía el valor de los productos, por lo que éstos eran despachados sólo cuando alcanzaban un precio realmente remunerativo y que justificara el esfuerzo.

Antes de 1850, la fanega de trigo (55 ½ litros) se cotizaba entre diez a catorce reales; con posterioridad a este año y como consecuencia de la construcción del camino, subió de tres pesos a tres pesos y cincuenta la misma cantidad. Se había iniciado entonces el éxodo mundial hacia California y con ello la creación de un gran mercado de consumo en lo llamado “La Fiebre del Oro”.

Pero además de la floreciente prosperidad comercial, la carretera de Cornish permitió desterrar la mula como medio de acarreo hasta el puerto. Los fundos y propiedades agrícolas comenzaron a ser cerrados y los buscadores de oro fueron perseguidos por los hacendados que deseaban, merced a las perspectivas, explotar la tierra, convirtiéndose por ende en cultivadores de los suelos que iban desmontando.

Aumentada la producción, ésta produjo un gran movimiento comercial, ganando la zona una gran actividad. Tierras que valían $ 10 la cuadra, aumentaron asombrosamente su valor hasta los 4 300 a $ 400, según su calidad y ubicación.

Sin duda alguna que el aporte de Antonio Cornish a Curanipe, como gestor del importante puerto que llegó a ser, es imposible de soslayar y fue tremendamente valioso, por eso es una obligación recordar en nuestros días a uno de los magnos forjadores de nuestro pueblo.

Sin embargo la eternización de su apellido en el nombre de la calle, es el merecido homenaje de los curanipeños del ayer, más que los de hoy, los que difícilmente conozcan su historia.

Ojalá entendamos con este escrito, que para querer primeramente se debe conocer”

Alejandro Medel Vega
(1996)

Las calles de Curanipe a fines del siglo XIX

Calle Juan de Dios Bustos

“En la búsqueda de antecedentes para esta publicación, hemos recurrido a fuentes informativas y que consistieron en entrevistas y conversaciones con vecinos contemporáneos de la localidad, los que por su condición de descendientes de antiguas familias nos han hecho significativos aportes.

Pocos son los curanipeños del presente que están en condiciones de transmitir con exactitud los argumentos y datos de los personajes incorporados a la eternidad con la colocación de sus pertinentes nombres a las calles de Curanipe, las que en los últimos cien años han sido aumentadas solamente en dos: la calle Juan de Dios Bustos, dedicada al que fue director de la Escuela de Hombres de Curanipe y la dedicada al almirante peruano don Miguel Grau.

Don Miguel Grau Seminario

Para una explicación con base histórica respecto a la denominación primitiva de éstas, el más elocuente elemento que nos merece credibilidad, es la publicación hecha en el periódico “La Gaviota” con fecha 7 de septiembre de 1894, en su edición número 3 y la que reproducimos tal como se encuentra escrita en el original:

“CALLES

La Ilustre Municipalidad de esta comuna en poco tiempo más hará fijar en las esquinas los nombres de las calles de esta localidad. La primera que jira de Norte a Sur; calle Comercio por ser la más larga i en el centro; la segunda que está de Este a Oeste i que antes se designaba con el nombre de calle de la Aduana, se ha pensado darle el nombre de calle Prat en recuerdo del gran marino de nuestra armada nacional; la tercera que está situada también de E. a O., calle de París por haber dado este comerciante i propietario el terreno para dicha calle; la cuarta que baja de la montaña, calle de Cornish, recordando al gran comerciante i desgraciado emprendedor, que por más de quince años dio nombre i vida al puerto de Curanipe, pasando después sus negocios a la casa de los señores Serdio Hermanos i la quinta, que es la última, y que está situada en el cerro en donde tenemos el templo, han acordado designarla con el nombre de los Ilustres Presidentes Montt tanto, por haberse creado esta subdelegación en la Presidencia de S.E. Sr. Manuel Montt, cuanto en agradecimiento al actual Presidente Sr. Jorge Montt, que aprobó la lei de municipalidades i que por ella somos libres, administradores de nuestros intereses dejando de ser tributarios, i gozando hoy día de nuestros propios beneficios”.


Capitán Arturo Prat Chacón

Extraído del libro “Pinceladas de la Historia de Pelluhue” (1996), cuyo autor es el profesor normalista don Alejandro Medel Vega. El profesor Medel Vega hace un reconocimiento por su colaboración en la elaboración de este fragmento ubicado en la págs. 38 y 39, a la alumna del Liceo Antonio Varas de Cauquenes, Bernardita León M. residente en Curanipe.


Escuela "Amor a las Letras", preceptor Lino Gómer y Gómez



En la sección de avisos del periódico “La Gaviota”, del pueblo de Curanipe, se publicó a finales del siglo XIX la siguiente información:

“ESCUELA AMOR A LAS LETRAS”

Regentada por el preceptor de Estado Lino Manuel Gómer y Gómez.

Se enseña la instrucción primaria con acierto y prontitud:

- Lectura Razonada
- Caligrafía.
- Gramática.
- Historia de Chile.
- Geografía de Chile.

Para tratar: en casa del Señor Juan Hambrook.

“Lino Manuel Gómer y Gómez, Profesor de Idiomas y de Humanidades en general, enseña a domicilio los ramos siguientes:

- Idiomas: Latín, Italiano, Portugués, Español, Francés, Inglés y Alemán.
- Humanidades, Geografía, Historias, Aritmética, Gramática, Religión, Partida doble, Filosofía, Retórica, Literatura, Botánica, Canto, Baile, Ortografía, Ciencia natural, Historia natural.

Para tratar, en casa del Señor Juan Hambrook”.

Curanipe, Agosto 8 de 1894.

Nota: "Partida doble" es como se denominaba a la contabilidad.

Relacionado

Escuelas Normales en Chile: 1842 - 1974 

Programa de Estudios de la Escuela Normal de Preceptores

 

jueves, 7 de junio de 2007

Palabras del padre Samuel Jofré Rojas

PALABRAS DEL PADRE SAMUEL JOFRÉ ROJAS, HISTORIADOR MAULINO

“Me he propuesto hacer estos apuntes sobre el pueblo de Chanco y sobre los lugares poblados de su departamento movido por variados motivos.

DESDE luego, ha sido una lástima el que sus hijos ignoren lo bello de su historia, que ha tenido altos y bajos, sus horas de dolor y alegría, de derrotas y de triunfos, de temores y de esperanzas: a la invasión de los Incas, se le oponen los Cacicados de Luanco, Chanco y Reloca; a la invasión de arenas y dunas, se coloca un inmenso muro de bosques; ante el peligro de ver terminado el ´Pueblo Antiguo´, se levanta el ´Pueblo Nuevo´.

ADEMÁS la imagen de la Virgen María que hoy se venera en su Santuario y que fue venerada por indios y españoles y por nueve creyentes caciques y que pronto estará de cumpleaños. Es una imagen de un pueblo del sur; tal vez de Concepción o de Chillán, si no es que ha venido desde La Imperial; imagen que conoció en su caminata muchos lugares de la costa, la que en manos españolas cabalgaba a paso lento en el cabezal de la montura, cuando no había peligro; acompañada de una caravana de fugitivos y de algunos indios; a ratos galopando, para llegar pronto a su destino o en desesperada carrera, debajo de un brazo, carrera de vida o muerte, perseguida por indios indómitos que querían hacer volver a los conquistadores a España; quemando sus ciudades, destruyendo sus sembrados y viñedos y tomándolos prisioneros para sentenciarlos a muerte inmediata. ¡Sálvanos!, ¡Virgen de las Victorias! Dirían los españoles mientras las señoras, niñas e indias partientes que acompañaban, llorando gemirían: ¡Virgencita!, Virgencita del Rosario, ¡sálvanos! Mientras las flechas silbarían por sobre sus cabezas y todos agachaditos, con la imagen de la Virgen adelante, huían como en la peor de las derrotas.

La imagen de María llegó por fin a Chanco, al Chanco tranquilo de los picunches (´gente del norte´ en mapudungún), refugio de españoles, donde los juiciosos vivían en paz con los indígenas, donde la tierra era incansablemente fértil: la caravana se detuvo, allí quedó. No estaba permitido pasar el río Maule y por lo tato, ya no podrían llegar ni a Santiago, ni al norte, ni al Perú; pero no importaba, pues ya estaban a salvo. El Templo de Chanco estaría cerrado, pues el padre cura venía a lo lejos; por eso, resolvieron dejar la imagen en el boldo de la Iglesia.

Esto sucedió antes de 1737 y es el primer gran milagro de Nuestra Señora, hecho en su definitiva sede de Chanco y será su cumpleaños 240 que resida en estas tierras.

COMO SE HA IGNORADO la historia del Maule, se ha suprimido por dos veces el Departamento de Chanco; de todos modos a la larga, poco ha importado, porque los gobiernos pasan y el Maule queda. Chanco lo siente, porque fue quien recibiera al antiguo español que no podía subsistir ni conservar su vida en el sur; porque Arauco no les concedió la paz, sino guerra de exterminio; fue quien recibiera al español que tampoco podía volver ni al Perú, ni al norte, ni a Santiago, porque la Corona lo había prohibido terminantemente.

¿Acaso no lo sabrán esto los Arce, los Bascur, los Benavides, Barrios y Bascuñan; los Cuevas, los Cortés (que vinieron de Coquimbo), los Corral (no me refiero a los Corral traídos del departamento de Ovalle por el cura Artigues), los Correa y Carreras, no estarán en conocimiento de estas repetidas injusticias?

De acá son los de la Parra, de la Vega, de la Peña, de la Torre, de los Reyes, de la Jara, de la Serna, del Pozo, de la Rivera y los de Aguirre. Los Fontecilla, los Farías, Huerta, Lagos y Lira, como los Lisana y los Letelier tuvieron su permanencia por largos años en esta tierra. Que recuerden los Mendoza, los Mora, Mesa, Montero, Macaya, Merino y Marín que son de Chanco, como los Novoa, Olivera y Oñate. Mucho esperamos de los Pernos, Pinochet, Palacios, Portillo y Plasencia; de los Ramos, Riera y Riveros en bien de la región.

Los Salinas, Silva, Simonte, Ursúa y Urrutia, a lo mejor ignoran que son deudores del Maule, junto con los Varas, Valenzuela, Verdugo, Valladares, Villagra y Zañartu. Estas familias son deudoras de gratitud, junto con muchas otras, ya que Chanco tuvo más de cuatrocientos apellidos distintos de españoles, a los que dio cariñoso hospedaje y ricas tierras. Que vengan a conocer la tierra de sus antepasados y que sumen sus influencias para pagar tanta bondad.

EN ESTE AÑO de 1976, en que daré por terminado mi presente trabajo, se celebrará el año Franciscano. Será el año de Francisco de Asís, patrono y fundador de los religiosos que adoctrinaron a los habitantes de estas tierras, luchando contra la idolatría del indio y la ambición y dureza de muchos encomenderos, contra la intromisión del poder civil en los asuntos religiosos y hasta contra la mala fe de algunos gobernadores o jefes de la Real Audiencia, luchando contra los malos caminos, con las largas distancias, con la dificultas del idioma, los terremotos e inclemencias del tiempo. Estos franciscanos, desde el Hospicio de Unihue, el que después fue parroquia y por último sólo convento, evangelizaron a estas tierras desde 1663 hasta el año 1801. A ellos dedico mis investigaciones y el original de estos apuntes es para el Museo Franciscano de Chillán”

lunes, 4 de junio de 2007

Algunos vecinos antiguos

1867.

Valentín Rojas, labrador.
Pascual Osore, gañán. (un trabajador al jornal)

1868.

Maximiliano Canales, labrador.

1870.

José Elías Anríquez, gañán.
José Cruz Salgado y Juan Suazo, agricultores.
Juan de Dios Mardones, gañán.
José Villaseñor, gañán y agricultor.
Juan José Vega, gañán.
Ambrosio Jara, gañán.

1871.

Vicencio Díaz, agricultor.

1873.

Juan Antonio Apablaza, agricultor.
Juan Luis Orellana, labrador.

1883.

Vecinos de Curanipe:

Pedro Suazo, jornalero; Juan de Dios Aguilera, jornalero; Juan de Dios Concha, agricultor; José Agapito Rodríguez, agricultor.

Gregorio Hernández, Dámaso Gallardo, Polonia Bernal Plaza, Agustín Ceballos, Cristino Faúndez, Florinda Apablaza, José Cruz Recabarren Orellana, María Humilde Castro Peñailillo, Cristóbal Ayala Paredes, José Santos Canales Recabarren, Ramón Recabarren Yánez, Gregoria Moraga Díaz (Todos los anteriores fueron testigos en informaciones matrimoniales en los años que se indican)

1891.

Pedro Ricardo Ramírez Escobar (de Santiago), domiciliado en Cauquenes y veraneante, casado con doña Florinda del Carmen Soto-Aguilar Bustos.

1898.

Enrique Cardinali Bento, natural de Ancona, Italia; hijo de Maximiliano y de Augusta, residente en Valparaíso y un mes de residencia en ésta, se casó con Zoila del Carmen Jara Castro, hija de José Elías y de Nieves. Testigos: Cupertino Soto-Aguilar y Otilia Soto-Aguilar.

1884.

Pedro Jaque de Cauquenes (el apellido Jaque es deformación del apellido francés Jacques, y puede provenir en este caso de uno venido a la Conquista o de otro llegado en tiempos del comercio francés de 1700).

Rafael Concha, de 38 años, natural de Tomé, agricultor en Curanipe.

José Ignacio Alvarado Hernández, natural de Chanco.

Simón Carvajal, natural de Cauquenes.

1883.

Dionisia Lara, natural de Cauquenes, casada con Juan de Matta Aravena.

1886.

Rosario Opazo Muñoz, natural de Cauquenes, casada con Manuel Pedreros, de la Parroquia de san Rafael de Santiago.

Víctor Sauvageot, era empleado de bodega, con descendencia Ercilia Sauvageot Rivera (L1-Baut. Fjs.298) La conocí como una señora de edad mayor, cuidadora del traspatio del Banco de Chile, en calle Miguel Aguirre de Ovalle; sus nietas Marta y Micaela, las que después marcharon a Illapel.

1902.

Lautaro Chacón González, natural de Santiago, de 29 años de edad, hijo de Federico y de Isabel. Fue secretario de la Gobernación de Chanco. Casado con Edelmira Manrique de Lara, natural de Cauquenes, hija de don Pablo Manrique de Lara y de doña Juan Vargas Machuca. Fue doña Edelmira viuda de Luis Arturo Indo Larenas.

Comercios y profesiones

COMERCIO Y PROFESIONES

Es curioso que casi todas las personas que tenían tiendas o almacenes eran gente que venía desde otras ciudades y lo más curioso es que, terminado el Puerto, se fueron y prácticamente no dejaron descendencia en el Pueblo.

Eusebio Cáceres, almacén en 1871.

Juan Esteban Macaya, que era de Cauquenes, almacén en 1871.

Literato Mendoza, que era de Chanco, tenía almacén en 1883.

Juan Francisco Miranda, en el año 1883 tenía tienda y almacén en calle Comercio esquina Antonio París, fue suegro de don Cupertino Barcos Soto-Aguilar.

Misael Bustos Recabarren, era de Cauquenes, hijo de Misael y de Margarita. Tenía almacén en su casa habitación de calle Arturo Prat; fue el padre de Carmela Bustos casada con el que fue alcalde de mar, don Heriberto Rivas Novoa.

Fernando Verdugo, tenía almacén en 1889, era de Concepción; pero vino de Chanco. Primer dueño de la casa de los Villaseñor Pavéz.

José de la Cruz Bustos Torres, era de Cauquenes; hijo de Cayetana y de José. Tenía almacén y venta de géneros en calle Comercio casi esquina de la Plaza. Viudo de doña Eulalia Vega fue casado en segundas nupcias con doña María Ignacia Leal Vega, de Canelillo.

Eusebio Ortiz llegado al Pueblo en 1867, en donde tuvo almacén. Había estado previamente en Constitución; pero era originario de Cauquenes. Casado con doña Manuela Antonieta Arenas, de nacionalidad peruana. Vinieron a Curanipe en 1883, buscando tranquilidad después de la guerra. Era hijo de don Manuel Ortiz y de María Cruz Yáñez.

En el Libro de Registro de la Gente de Mar de la Subdelegación de Curanipe se lee de un hijo suyo:

“Carlos Arturo Ortiz Arenas , inscrito el 9-III-1901, carpintero de ribera, nacido en junio de 1880 en Constitución, de 1.60 de estatura, hijo de Eusebio y de Manuela, de cara regular blanca, frente regular, pelo castaño, cejas pardas, pestañas negras, ojos pardos, nariz grande, boca chica, labios gruesos, orejas chicas, barba poca, bigotes negros, sin señal particular, lee y escribe. Domicilio Curanipe.”

El 9-III-1901 está inscrito otro hijo de don Eusebio:

“Leopoldo Oscar Ortiz Arenas, carpintero de ribera, nacido en enero de 1875 en Callao, soltero, hijo de Eusebio y de Manuela Antonieta, de 1.57 de estatura, cara chica, trigueño, frente chica, pelo negro, cejas negras, pestañas negras, ojos negros, boca grande, nariz regular, labios gruesos, orejas grandes, barba poca, bigotes pocos, lee y escribe.- Melchor Fleitt, Capitán de Puerto.”

En Curanipe les nacieron María Haydé Armantina, Luzmila Concepción, Eva Antonieta, Rafael Armando y Gabriela Rosa Elvira (L2-Baut.Curanipe fs.20) (L3 fs.99,116,474 y 623)

Don Eusebio murió de 49 años en febrero de 1898 y se confesó para morir.

Siguen los comerciantes:

Francisco Cerna, 1890, era de Cobquecura.

Ezequiel Salgado, 1885.

Magdalena de la Fuente Opazo, 1886. Tenía tienda en calle Comercio esquina de Cornish.

Jaime Simón Doménech, español. Tenía almacén y bodega para atender al Pueblo. Vivía en donde está la barraca de do Luis Orellana Reyes.

Zacarías Recabarren, tenía almacén en su casa-habitación, hoy casa de do Luis vega.

Cupertino Soto-Aguilar Bustos, era de Ninhue, llegó de 15 años. Tenía la tienda y almacén en 1889, que había sido de su suegro don Juan Francisco Miranda.

Las tiendas como la de don Cupertino eran a base de artículos importados, ya que todo llegaba en los barcos desde el extranjero como: conservas importadas, té enlatado y otras delicias en espléndidos envases; como también cuadernos y lápices, siendo la excepción los ponchos, mantas, chales, refajos de lana y ojotas que eran de factura nacional.

Rosauro Salas, en 1889 tenía almacén en la casa que hoy es de los Villaseñor Pavéz.

José Antonio Arellano Mendoza, quien vino desde Chanco. En 1872 tenía almacén en el local que sería con el tiempo el Hotel Curanipe, con frente de su tienda a la calle París, la que en ese tiempo se continuaba en medio de donde hoy está la Plaza y llegaba al río. Fue intendente del Maule y casado con María Pilar Peñailillo.

CARNICEROS

Don Claudio Moraga, ya vendía carne en 1867.

Don José de la Cruz Bustos, quien era de Cauquenes, 1872.

Delfín Henríquez, también era de Cauquenes y en 1885 tenía su puesto de venta de carne.

José María Opazo había llegado de Empedrado en 1855.

Manuel Pedreros era de Coelemu y carnicero en 1881.

José Ignacio Venegas Arellano, había venido de Cauquenes en 1890 y era abastero, artesano y dueño de astillero.

Dionisio Villaseñor, era carnicero antes de 1940.


Algunas otras personas que no contaban con tanto capital, vendían su trabajo y mano de obra.

CARPINTEROS

José Luis Molina, fue carpintero en 1870.

Bartolo Osore, en 1883.

Nicanor Canales que en 1853 había llegado de Cauquenes, siendo artesano y aserrador.

Lorenzo Pérez, era de Chanco, trabajaba como artesano y carrocero en 1881.

Félix Sepúlveda, era artesano venido de Cobquecura.

Florencio Arraigada Lepe, era carpintero en 1880.

ZAPATEROS

Maximiano Sanhueza era zapatero en 1876; además cuidaba el Calvario de Nuestro Señor que había en el cerrito de calle Prat esquina Manuel Montt vereda noreste.

José del Carmen Soto, vino desde Chanco en 1884 y fue zapatero remendón.

Luis Sepúlveda, natural de Cauquenes, era zapatero en 1880.

TEJEROS

Don Claudio Garrido había venido de Cauquenes y desde 1881 tuvo una tejería, la que estaba ubicada en el extremo sur del potrero de propiedad de la sucesión Canales Leal (de mis compadres los finados Nemesio Canales Bustos y Clotilde Leal Aburto), en cuya parte superior hoy está el estanque del Agua Potable, exactamente en un bajo de éste, el que está por calle Prat de camino al Cementerio; llamándose todavía el lugar “Las Hornillas”.

HERREROS

Pedro Jaqui, era herrero en 1875 (apellido deformación del francés Jacques)

Juan Bautista Vásquez, también llamado “Don Juan de Oro”, casado con doña Sara Cerpa, era herrero, hojalatero, agricultor, poeta y molinero con molino hidráulico en 1929.

HOJALATEROS

Francisco Alarcón, en 1873.

Juan Bautista Vásquez,”Juan de Oro”, 1929.

Isidro Ibáñez, natural de Cauquenes, en 1938.

ALBAÑILES

Fernando Anríquez, en 1871.

Ramón Vallejos y Manuel Muñoz Aravena, venidos ambos de Cauquenes, fueron en su trabajo en 1885. Vivieron largos años.

Don Florencio Arraigada lepe, era un buen albañil y mejor carpintero, e 1907.

BOTEROS

Manuel Andaur, era de Cauquenes. En 1867.

Juan Gutiérrez Cáceres, Genaro Vásquez Soto, Juan Leal Jara, en 1901.

Vidal Sepúlveda Vega, Sebastián Gutiérrez Núñez, Según Durán Chamorro, en 1903.

José del Carmen Leal Leal, Ramón oOrellana Jara, Carlos Gutiérrez Núñez, en 1906.

Lucas Vega Gaete, en 1910.

Lorenzo Gutiérrez Vega, en 1913.

OFICIOS VARIOS

Federico Quiñones, que era de Cauquenes. Recaudador en 1884.

Francisco Antonio Álvarez, en 1884 era policía.

Ramón Canales, era vigía en 1889. Fue casado con doña Eleodora de las Mercedes Ojeda León.

Pedro Osore, era “chuponero” en 1885 (“Chupones”, frutos que se extraen de plantas nativas).

DE 1940 A 1970

En estos últimos años los negocios han proliferado en grande medida. Hay una única tienda y pequeña.

Los negocios de abarrotes abundan y desde 1960, año en que se prohibió la venta de alcoholes en los campos y los permisos para venta de bebidas alcohólicas fueron vendidos a gente del Pueblo, se ve un exceso de negocios dedicados al rubro.

Los antiguos grandes negocios desaparecieron y la abundancia de los pequeños, tal vez distribuya en un mayor número de personas las ganancias.

Hasta 1963 existió la venta y comercio de faluchos.

Terminada la construcción de éstos y aprovechando las grandes plantaciones de pinos del primer cuarto del siglo XX, llegaron luego industriales que trajeron aserraderos completos, hasta con personal especializado, muchos de Coltauco cerca de Rancagua y de Los Ángeles en el sur.

El acarreo de las maderas aserradas por esta gente y casi toda a las grandes ciudades hizo necesaria la compra de grandes camiones.

La llegada de la energía eléctrica traída por Endesa en 1963, hizo aparecer algunos molinos eléctricos, una panadería y una barraca.

Comenzaron también a hacerse muebles en el Pueblo.

El terremoto de Chillán de 19399 hizo aparecer muchos “maestros terremoteados”, los que por último aprendieron muy bien la carpintería de casas y la albañilería, que antes sólo algunas personas ejecutaban, conocimiento que ha pasado a los muchachos jóvenes.

Cuando llegué en 1941, nadie confiaba trabajos a la juventud, hoy en día es la que más realiza estos oficios.

La aparición del Instituto de Educación Rural, del Plan Chillán y de los Centros de Madres, ha traído como resultado un gran número de niñas y señoras dedicadas a la costura, bordados, preparación de conservas y el hermoseamiento del hogar.

Los boteros ancianos o personas mayores han desaparecido y el botero de río, sólo se reduce a niños que, a regular precio, dan paseo de boga a los veraneantes.

VENTA DE GÉNEROS

Ruperto Torres vende alguna ropa hecha.

Clementina Apablaza, venta de géneros de algodón.

ALMACENES

Herculano Fuentes, casado con doña Sabina Osore.

Ignacio Canales, casado.

Dionisio Segundo Villaseñor, casado con doña Isolina Concha.

Gerardo Villaseñor casado con Ana Rosa Jara y en segundas nupcias con Ernestina Jara Faúndez.

Heriberto Rivas casado con doña Carmela Bustos.

Sara Hernández, también vendía algunos medicamentos no prohibidos.

Agustín Canales, casado.

DESPUÉS DE 1965

Gerardo Díaz Zurita, casado con Otilia del Carmen Cerpa.

Lucila Villaseñor, soltera.

Armando Silva Santander, casado en segundas nupcias con doña Estelina Canales.

Luis Alberto Leal Vega, casado con doña Isolina Recabal.

Elena Arcos

Luisa Moraga

CARNICERÍAS

Dioniso Villaseñor Recabal, casado con Florinda Pavéz.

Dionisio Segundo Villaseñor Pavéz.

Enrique Yánez Manríquez, casado con doña Clara Leal.

Víctor Leal, casado con doña Carmen Márques.

Gerardo Gutiérrez Lepe, casado con Malvina Suazo.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Modesto Hernández, casado con Matilde Muñoz.

Elina Gutiérrez, casada con Evaristo Hernández.

Enrique Yáñez, casado con doña Clara Leal.

Temístocles Vásquez, casado con Margarita Leal.

María Sepúlveda.

Eleodoro Segundo Pavéz, casado con Edita Muñoz.

Mercedes Ayala Suazo, soltera.

Clara Paredes Orellana, casada con Cáceres.

VENTA DE CERVEZA

Juan Francisco Cerpa, casado con Rosa Ester Lepe Vega.

Herculano Fuentes, casado.

Rogelio Peñailillo, casado con Emilia Orellana Reyes.

Sabina Osores, casada en segundas nupcias con don Carlos Medina.

MUEBLISTAS

Héctor Agustín Hernández, casado con doña María Orellana, siendo también albañil.

Floridor Leal Leal, casado con doña Eliana Yánez Torres.

Domingo Villaseñor Concha, casado con doña Mercedes Jara Faúndez, dueño de la Residencial Curanipe.

Juan Hernández Paredes, casado con Sara Vásquez.

ZAPATEROS

José Cea, casado.

Pedro José Apablaza, “El Blanco Palomo”, soltero.

Sergio Carrasco (“El Maestro Azul”), casado con Hilda Opazo.

Juan Salgado, “El Chocolate”, soltero.

OFICIOS VARIOS

TEJEROS

Juan Valdebenito y Filimón Valdebenito, en el Salto de Agua, 1950.

HOJALATEROS

Valentín Leal, siendo también encargado de la Plaza y del carretón con caballo que recoge la basura en el Pueblo.

ALBAÑILES

René Rafael Salas, casado con doña Blanca Vega.

Juan Rodríguez, soltero.

Arturo Vega, casado.

Agustín Hernández Muñoz, también mueblista. Casado.

Luis Pavéz Paredes, casado con Carmen Morales.

Mario Vásquez Caro, casado con Alma Elena Hernández.

Juan Muñoz Vega.

Hugo Hernández Gutiérrez, también carpintero. Casado con Rosa Ydé Muñoz.

Fernando Hernández Orellana, también carpintero. Casado.

MODISTAS

Rosa Letelier de Rodríguez, viuda de Ernesto. Rodríguez.

Blanca Vega de Salas, casada.

Lucila Villaseñor Jara, soltera.

Teopajista Mercedes Jara de Villaseñor.

Gerarda Ayala Suazo.

Carmen Luz Morales de Pavéz.

Inés Rodríguez Peñailillo, casada.

Morelia salas vega.

Flor Arévalo de Salazar.

Luisa Moraga de Cevallos.

CAMIONEROS

Mario Zúñiga (padre), llegó de Coltauco, casado con doña María Zúñiga.

Carlos Zúñiga Zúñiga, casado con Silvia Villaseñor Jara.

José Gerardo Villaseñor Lepe, casado.

Floridor Maríquez, casado con Elba Riffo.

Eleodoro Segundo Pavéz, casado.

Enrique Yáñez Manrique, casado.

Adliro Ceballos, casado.

Juan Ceballos, casado.

ASERRADEROS

De don Mario Zúñiga (padre).

Constantino Moulas, casado.

Adrián Gutiérrez, casado con Patricia Osores.

José Gerardo Gutiérrez Lepe.

Humberto Osorio.

VENTA DE MADERAS DE ROBLE

Gonzalo Jullian Pastor, casado con doña María Irigoyen de la Vega.

Remicio Vega, casado.


BARRACAS

Luis Orellana Reyes, casado con

PANADERÍA

Ernestina Jara de Villaseñor.

PAN AMASADO

Auristela Vásquez de Cerpa, casada con don David Cerpa Suazo.

Familia Arellano-Peñailillo

FAMILIA ARELLANO-PEÑAILILLO

Don José Antonio Arellano Mendoza vino desde Chanco. Fue intendente del Maule y en 1872 estaba ya en Curanipe. Fue casado con doña María Pilar Peñailillo con descendencia que sigue luego.

Desde los primeros tiempos don José Antonio servía como testigo en las Informaciones de Matrimonios.

“Hubo varios comercios” -dice Humilde Alarcón- “...por ejemplo el de don José Antonio Arellano, en el local que hoy ocupa el Hotel Curanipe, con comercio a la calle París, frente a la actual Plaza y por dentro su casa habitación con piezas con vista al mar.”

Los hijos de don José Antonio y la señora María Pilar fueron:

Luis Antonio, fallecido en julio 1876, de 9 meses.
Luis Antonio, fallecido en diciembre 1879, de 3 meses.
Carlos Antonio, fallecido en agosto 1882, de 11 meses.

Roberto, que fue diputado por Maule.

Vidal Antonio, fue juez en Cauquenes, también en Valparaíso y Santiago. Diputado por Maule. Casado con Estela del Milagro Basagoiti Recabarren.

Antonio Tobías.

Ramona Rosa, casada con don Fernando Seguy Boniol.

Zulema Pilar.

Celmira, casada con Casimiro Miranda.

(Curanipe: L.1-Baut. Fs. 329, fs.18, fs.145; L2 Baut. Fs.188; L3-Baut. Fs. 176.)

Familia Basagoiti-Recabarren

FAMILIA BASAGOITI RECABARREN

Don Antonio Basagoiti ¿Fanárraga?, natural de Algorta, provincia de Vizcaya en España. Capitán de Travesía en la Marina Mercante del Perú. Casado en Curanipe con doña María del Milagro Recabarren Yáñez, hija de don José María y de doña Clorinda. El matrimonio se celebró la noche del 21 de mayo de 1875 en casa de la novia y no se “velaron” (ceremonia de las velas); siendo sus padrinos don Rafael Carbonelle y la señora Juana María Rabanal.

Sus hijos fueron:

Marco Antonio (L1-Baut. Fs.76)

Estela Sofía (L1-Baut. Fs. 150)

Con respecto a los trámites matrimoniales:

“Hizo solicitud al señor cura y vicario de la Parroquia de San Simón y Judas, de la Provincia propone a 3 testigos para probar su soltería:

a don Faustino de Aguirre, a don Manuel Mandiola y Longa y a don José Arana, Callao, enero de 1875.

Las declaraciones se hicieron y firmó don Sebastián Luna, sub-Prefecto e Intendente de Policía, quien asegura conocer al señor Escribano Público y de Hacienda, quien firmó. Lo mismo asegura también don Miguel Coloma, coronel de Infantería de Ejército, Prefecto de la Provincia y Comandante General de las Baterías, sobre la firma del sub-prefecto señor Luna.- Don Ramón Rivera Jofré, cónsul de Chile en Callao, revisa las firmas anteriores y da por terminado el expediente, el que llega a Curanipe.”

Familia Basagoiti-Badilla

FAMILIA BASAGOITI-BADILLA

Don Ricardo Basagoiti Fanárraga, natural de Algorta, Provincia de Vizcaya, España., legítimo de don Antonio y de doña Jacilda. Casó con doña Dorila Badilla Manríquez, legítima de don Juan de Dios y de doña Juana.

Párroco Domingo pastor Albornoz, Chanco. Datos de la información del matrimonio. Libro 1878-189 o bien (L5-Matr. Chanco, fs. 172.-13 sept. 1879)

Un sobrino fallece en Curanipe:

“Tomás Harguren Basagoiti, falleció el 25 de septiembre de 1879, de 16 años de edad, nacido en Algorta, Provincia de Vizcaya. Se confesó. Hijo de don Ignacio Harguren y de Victoria Basagoiti. (Libro2, Def. fs.52.)

Mapa del año 1759

Mapa de 1759, en donde aparece la Parroquia de Chanco

Mapa del año 1795

Mapa publicado por el abate Molina, en Madrid, en 1795
(Del libro "Los Pinochet en Chile")

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