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jueves, 6 de marzo de 2008

Don Julio Peñailillo Leal, el último marino de los faluchos de Curanipe


Con sus 88 años Don Julio Peñailillo Leal, oriundo de Pelluhue, es el único marino sobreviviente de la generación de hombres de mar que a mediados del pasado siglo llevaban faluchos a los puertos peruanos.


Don Julio tiene muchos recuerdos como pescador y marino. Según nos narra, seis fueron los primeros boteros en la caleta San Pedro de Pelluhue: José Eduardo Villaseñor, Rosalino Jara, Julio Jara, Mario Jara, Rubén Recabal y él mismo. En débiles embarcaciones se dedicaban a la pesca de congrios durante las noches y durante el día se sumergían en las frías aguas para extraer piures y locos.

También se dedicaban a la recolección de algas marinas, entre estas el cochayuyo; cuando juntaban veinte atados, los cargaban en sus caravanas de mulas y machos y luego caminando a su lado se iban por los caminos de la región durmiendo en cualquier parte cuando los sorprendía la noche.

Quince días era el tiempo que se demoraban en llegar a Talca. Era una travesía sin dudas romántica; pocas veces las arcas volvían llenas con “las faltas” necesarias, porque el dinero obtenido por la venta de algas se disipaba en “otras yerbas”.


En muchas oportunidades cuando se aventuraban mar afuera, sufrían la violencia de los vientos y la furia del oleaje. Don Julio nos cuenta, que la mayor tormenta la vivieron en las costas de Cobquecura, en donde durante 48 horas resistieron en medio del mar el temporal que los llevó hasta Dichato, a donde llegaron muertos de susto, frío y hambre.

Estos primeros boteros nacieron de las familias campesinas, las que vivían en Las Lomas, pero un día bajaron a la orilla, en donde establecieron sus viviendas y para sobrevivir tuvieron que cambiar del oficio de la tierra y buscar productos en las rocas y en las profundidades del océano.

Don Julio prosigue, "...fuimos cinco familias: la de Segundo Peñailillo,la de Milton Leal, la de Teófilo González, la de Filomena Peñailillo y la mía".

Finalmente nos narró que cuando tenía algo así como 48 años viajó al Perú.

“En un falucho construido por el astillero Abraham Orellana zarpamos desde Curanipe, hicimos una parada en San Antonio para obtener “los desarmes” (documentación) y de allí hasta el puerto de Mollendo en el Perú. Entregamos el falucho según el convenio comercial acordado y regresamos en un camión hasta Arica, desde donde un vapor nos trasladó hasta Valparaíso”.-agregando- “Cuatro meses duró la travesía…”

Don Julio se queda silencioso con la mirada puesta en el océano, escenario de todos sus recuerdos…


Texto corregido, extractado de:


3 comentarios:

Anónimo dijo...

ES MAS CHANTA EL ABUELITO ESTE LOS VILLASEÑOR DE CURANIPE ERAN LOS MARINOS DE TOMO Y LOMO DE LOS FALUCHOS

Anónimo dijo...

contestar ,el comentario del estupido,que no tiene idea de lo que opina, nisiquera sabe de que se trata ,aberigua , y despues opinas, okey

Anónimo dijo...

Aquí lo más significativo es recordar los hermosos tiempos de un Curanipe PUERTO. Los marinos que los forjaron gracias a Dios se encuentran en su santo reino.

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