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domingo, 22 de julio de 2007

El padre Rolando Escobar Belmar (reseña)


El padre Rolando Escobar Belmar nació en Curanipe el 4 de agosto de 1909, hijo de don Horacio Escobar Venegas y de doña Bienvenida Belmar Bustos, el tercero de seis hermanos. A pocos días de nacer fue bautizado en la parroquia de Curanipe. A los siete años hizo su Primera Comunión y un año después se confirmó junto a sus hermanos menores. Después de la visita pastoral de monseñor Gilberto Fuenzalida, entonces obispo de Concepción, Rolando sintió el llamado del Señor e ingresó en marzo de 1919 al Seminario de la Santísima Concepción, junto con su hermano Luis Enrique. Allí estuvo bajo la tutela del inspector don Clotario Blest Riffo, un devoto católico y quien al pasar de los años fue una figura legendaria del sindicalismo chileno. Después de sus estudios humanistas y eclesiásticos en el Seminario, Rolando Escobar estudió diversas asignaturas como psicología experimental, sociología y otras.

Al crearse la Diócesis de Chillán, fue trasladado al Seminario Sagrado Corazón de Jesús de esa ciudad, en donde cursó teología, ejerciendo también el cargo de inspector y profesor de sus condiscípulos. El primer obispo de Chillán, Martín Rucker Sotomayor, había formado el Curso Teológico y el Seminario Menor, con un destacado cuerpo de profesores. Algunos de ellos habían sido alumnos de la Universidad Gregoriana de Roma. Entre ellos estaba el propio señor obispo diocesano, quien, a pesar de sus múltiples actividades propias de su cargo, era también profesor de Ascética y Mística y de Sociología, de cuya disciplina era un eminente maestro.

Promovido a las Órdenes Sagradas, Rolando Escobar Belmar recibió el sacerdocio el 24 de septiembre de 1932 en la Iglesia Parroquial de la Merced de Chillán, de manos del excelentísimo monseñor Martín Rucker, quien lo tuvo como su secretario privado, siendo aun un estudiante. Comenzó don Rolando su ministerio como capellán de las Religiosas Sacramentinas. Al año siguiente fue nombrado Párroco de Sauzal y de Curanipe, distantes 90 kms. una parroquia de la otra, recorrido que realizaba esforzadamente a lomo de caballo. En el año de 1937, sin abandonar a dichas parroquias, se le suman a sus labores la atención de la Parroquia de San Pedro, la única existente en ese entonces en Cauquenes, desempeñando además las labores de profesor en ambos liceos de la ciudad, así como también en el Colegio de la Inmaculada Concepción. También se le agregó a su ocupada agenda el rectorado del Instituto de Cauquenes, una vez fue fallecido su rector.

Luego del terremoto de 1939, residió en su pueblo natal de Curanipe y en 1940, al fallecer el presbítero Ezequiel Gatica Landabur es nombrado párroco y rector del Santuario de la Candelaria de Chanco. Desde entonces ha permanecido fiel a su ministerio durante 56 años. Es el párroco en funciones más antiguo de Chile. Los pueblos y los campos de la zona, lo vieron pasar por años en el caballo blanco que un feligrés puso a su servicio, hasta que lo dejó una vez heredó de sus padres un vehículo.

El 4 de julio de 1990 el padre Escobar Belmar recibió una condecoración de manos de S.E. el Presidente de la República, don Patricio Aylwin Azócar, por tener más de 50 años de vinculación a Gendarmería, como capellán ad honorem de esa institución.

El padre Escobar Belmar fue declarado en noviembre de 1992 Hijo Ilustre de Chanco y en junio de 1996 fue distinguido por sus 56 años de labor eclesiástica al servicio de la comunidad. Otro acontecimiento de gran importancia en la vida de don Rolando, fue su visita a Roma en octubre de 1994 para asistir a la beatificación del padre Alberto Hurtado. Antes de esa ceremonia tuvo la dicha de formar parte de una peregrinación desde Roma a Tierra Santa, junto al sacerdote de Linares presbítero Luis López R.

De regreso a Roma, el 13 de octubre de 1994, el padre Escobar Belmar acompañó a su obispo diocesano, monseñor Carlos Camus Larenas en la audiencia privada que éste tuvo con el Santo Padre. Allí tuvo la ocasión de saludar a sor Teresa de Calcuta y de tomarse una fotografía junto a ella, su obispo y el presbítero López R.

Al terminar la Semana Santa de 1996, luego de una seria enfermedad y habiéndose recuperado totalmente, el 24 de septiembre el padre Escobar Belmar pudo celebrar sus Bodas de Diamante sacerdotales en su querida Parroquia de Chanco. Culminó la celebración en Santiago con una Misa Solemne en la Basílica de Nuestra Señora de la Merced. Predicó la homilía monseñor Eladio Vicuña A., quien fuera el tercer obispo de Chillán, cuando todavía la Parroquia de Chanco pertenecía a esa diócesis. Después vino un acto de convivencia sacerdotal que se celebró en el Hogar Sacerdotal P. José Kuhl, con asistencia de ex alumnos de los Seminarios de Concepción y Chillán así como de hijos de Chanco y de familiares y amigos de su infancia.

La Voz de la Provincia, 11 de junio del 2007.

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