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Palabras del "señor cura"

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sábado, 13 de junio de 2015

"El señor cura" Jofré, recuerdos

Hoy 13 de junio la Parroquia de Curanipe ha publicado una nueva foto en su portada, la del padre Samuel Jofré Rojas, cura párroco de Curanipe por más de 50 años. Por feliz coincidencia, ayer rescatando escritos antiguos encontré uno mío escrito hace años, lo reproduzco aquí.

Juan Contreras Bustos




"Me recuerda esto que digo a “Piropo”, un perro que servía de guardián en la casa parroquial de mi pueblo; echado junto a su amo, el padre Samuel Jofré Rojas (Q.E.P.D.), desde la colinita allegada a la calle en que se asentaba la casa, solían ambos contemplar el atardecer mirando a la gente pasar. “¿Lloverá esta noche señor cura?” - preguntaba el paseante- “¡Mmmmmm!... ´Norte claro, sur oscuro, aguacero seguro´ hombre!”- respondía con su voz de  Misa, mientras el perro husmeaba el talante del interlocutor.

Cuando el padre Jofré daba la comunión, por supuesto “Piropo” estaba a sus pies debajo del altar... Cuando daba de comer a sus gallinas, “Piropo” guardaba que las del vecino no aprovecharan de los granos ¿Religioso el perro?.. ¡Mmmmm! No sé, pero siempre en donde se escuchaba la palabra del Señor se estaba; por seguro que Él lo tendrá a las puertas del Cielo dando la bienvenida a sus fieles.

Y sin ir más lejos, las dichas gallinas se venían a comer los trocitos y migas de hostia que quedaban luego de la confección de éstas por parte del cura; para esto el santo varón tocaba una pequeña campana que colgaba de la rama de una higuera, las suyas venían raudas, las del vecino no: “Lo que pasa es que esas son ´canutas´ ”, comentaba socarrón el cura.

Nunca le escuché al padre Jofré hablar o prevenirnos de esos pecados, tan queridos a los detractores de la Iglesia, que tan preocupados son de éstos; para él los “pecados” se referían siempre al “abandonar a los padres y no cuidarlos en su edad mayor”, en descuidar los cultivos y los árboles, en ensuciar las aguas del río, en no ahorrar cuando se podía para  “el tiempo de las vacas flacas” y así… se me quedó en el corazón y en el de muchos por nuestra tierra, toda una enseñanza práctica de la religiosidad católica, la que al pasar del tiempo me ha permitido andar por el mundo sin dudar nunca de lo correcto o lo incorrecto de las cosas, pues los “pecados” son y serán a mi modo de ver prácticos, valga redundancia y en los hechos de la vida cotidiana.

Tal vez tenga que ver en ésta, su visión, sus antepasados Rojas y Jofré, que con su milenaria sabiduría resonaron en sus oídos y en los de muchos en nuestro pueblo, recordándonos siempre que éramos el Pueblo del Señor.

¿Pecados? He hecho durante mi vida lo que he querido, no tengo sentido alguno de culpa por esos supuestos pecados que torturan a tantos y que les hace atacar a la Iglesia y a cualquier expresión de la sana religiosidad. Pecadores son para mí los que vulneran los acuerdos que los hombres hemos hecho para vivir, pecadores los que destruyen las sanas costumbres de nuestros padres; pecados-pecadores son los que niegan la felicidad a nuestros hijos y nietos, al no asumir  la ciencia cultivada de manera humana y para beneficio de todos sumiéndonos en el oscurantismo y/o la barbarie."


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